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domingo, 1 de febrero de 2009

- LOS PSIQUIATRAS, LOS NIÑOS...Y LOS PERROS


Estimado lector, la historia que te voy a contar a continuación no es ciencia ficción, ojalá hubiera sido. Me animé a compartirla contigo porque quiero que estés al tanto. Al tanto de una tendencia que últimamente se viene incrementando en la ciudad de Lima. Con este post quiero poner en evidencia lo que puede ocurrir (y de hecho ocurrió) cuando un señor psiquiatra se mete donde no debe. Y como siempre... hay dos perdedores: un niño…y un perro.

A mí me tocó atender el caso como la contraparte veterinaria. Hace poco vino a consulta la señora JB. Una joven madre de un pequeño de aproximadamente 5 ó 6 años de edad. A ella se le puede considerar de clase media o clase media alta, valga el término. Al momento de mi ingreso a la sala de examen de inmediato pude saber cuál era el propósito de aquella visita. Ella se encontraba en un estado emocional muy alterado, hecha un mar de lágrimas, todo el cuerpo le temblaba y traía en sus brazos a Moki, un vivaz y simpático Fox Terrier de pelo liso de 8 meses de edad que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo en ese lugar, él solo quería jugar.


Adivinaste el motivo, lector??
Así es.
La señora quería que le aplique la eutanasia a Moki, en otras palabras, venía a que le mate al perro. Si has leído mis posts acerca de la eutanasia y la inyección, sabrás que yo tengo un criterio muy estricto cuando se trata de sacrificar a un animal.

Al preguntarle cuál era el motivo de tamaña decisión, me lo contó todo: Moki mordió a su hijito. Pero al hacer la pregunta de rigor en estos casos: ¿EN QUÉ CIRCUNSTANCIAS EL PERRO MORDIÓ?, el panorama dio un vuelco.



La señora JB me confió que su hijito mordido es lo que los psiquiatras denominan un niño índigo. No entraré en detalles acerca de ello porque no es mi campo, además la información que existe al respecto es hiper abundante. Sólo diré que debido a que este tipo de niños se desenvuelven en un estado diferente de conciencia pueden ser difíciles de adecuar al sistema regular de normas preestablecidas, presentando falta de concentración e hiperactividad, entre otras alteraciones. Para estos casos normalmente se ha estado suministrando, sobre todo en USA, y bajo receta médica Ritalin, para poder controlar estos desórdenes de comportamiento, lo cual para la sensibilidad de estos niños no es aconsejable. Y, ¡Oh sorpresa! y gracias a esta señora me entero que los psiquiatras (¿en Perú solamente?) además, están "recetando" perros para tratar este transtorno. Así es, los “recetan” como si de píldoras se tratara.


Y este señor psiquiatra del caso en mención se llama Artidoro Cáceres Velásquez, un doctor muy conocido en el medio. Hasta hace unos años aparecía en cuanto programa de televisión se le invitara, además de entrevistas en radio y periódicos: todo un líder de opinión.
La señora JB me comentó además que este psiquiatra le recomendó específicamente la raza Fox Terrier -así con todas sus letras-.

Al igual que a ti, de pronto se me ocurren preguntas sueltas, lector:

¿Sabía este doctor cuáles son las características de esta raza?
¿Sabía cuáles son las necesidades de un perro?
¿Le dio indicaciones precisas a la familia de cómo supervisar la interacción perro-niño, y más aún un niño con estas características?
¿Sabía este doctor que los Fox Terrier son perros con un alto nivel de energía?
¿Sabía este doctor que estos perros son altamente excitables e irritables?
¿Sabía acaso que la fórmula infalible para un accidente (mordedura) es dejar a un perro y a un niño sin supervisión?
¿Sabía que un perro que no es ejercitado diariamente acumula energía toxica que puede estallar en cualquier momento??
¿Bajo qué criterio(s) o en qué se basa Ud. -estimado doctor- para "recetar" un perro de estas características a un niño con esas características??
(Mejor no seguimos preguntando...)

Pues no lo sabía. Y estoy seguro que ni siquiera lo sospechaba.
Las circunstancias en que el perro mordió fueron las siguientes:
El pequeño Moki se encontraba durmiendo dentro de su casa. El niño se acercó para sacarlo (primer error), el perro despertó y gruñó (léase: advirtió que iba a morder si no lo dejaban en paz).
El niño metió la mano en la casita y cogió a Moki por el cuello para sacarlo...(segundo y último error), el resto es historia, como suelen decir. Este evento ocurrió en la sala de la casa, a vista y paciencia de los padres, quienes sólo advirtieron y desde lejos a su niño:

Pepito no lo toques

Lo peor de todo es que no se les ocurre mejor idea que matar al perro por un descuido e irresponsabilidad ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE DE LOS ADULTOS, empezando por el susodicho doctor y terminando en la inacción de los padres.

Los perros se merecen RESPETO, PAZ Y TRANQUILIDAD. Así como a nadie le gusta ser constantemente molestado, a los perros tampoco. Y te lo hacen saber CLARAMENTE. Cuando ignoramos estas señales al perro no le quedará otra opción que defenderse. Estimado lector, basta que les demos la espalda por un segundo y los niños actuarán como niños, y los perros actuarán como perros.


Felizmente la señora JB entendió el mensaje y pudo cambiar su actitud y abrió su mente a un nuevo esquema: el que involucra la activa participación de los padres (ver) o de un adulto responsable cuando se trata de traer a casa un perro sea cual fuere su raza u origen.

Finalmente, estimado lector, quiero que hacerte ver desde mi perspectiva lo que yo vi en este caso:
1) Niño índigo = niño hiperactivo y falto de concentración (por definición)
2) Perro Fox terrier = raza altamente excitable y nerviosa.

Si sumas 1) más 2), el resultado no será "tres" sino una bomba de tiempo que explotará en cualquier momento, al igual que les explotó en la cara a esta simpática familia.

¿Y sabes qué es lo que me apena mucho, estimado lector? Es que este señor psiquiatra no está ni enterado de los que sus recomendaciones con respecto a perros está provocando en sus pacientes, y seguro que sigue recentando perros a diestra y siniestra como si de píldoras se tratara (y tal vez otros como él). Y estoy seguro que casos como este siguen ocurriendo, los niños siguen siendo mordidos y los perros siguen siendo matados porque los humanos creen que ellos (los perros) son el problema.

Los entiendo.
Después de todo su siquiatra es el que sabe, ¿o no?

9 comentarios:

Mónica dijo...

Sin muchas palabras para agregar, Dr. G, gracias por esta entrada. Gracias por ayudarnos entrada a entrada a aprender y a darnos cuenta de tantas cosas. Es gracioso pero desde que leí su blog me cuesta volver a escribir en el mio, desde ese día estoy pensando y pensando que puedo brindarle a quienes lo lea... nada, nuevamente felicitaciones y sepa que lo admiro por la pasión con la que escribe.

ah, Y gracias por los temas que musicalizan su blog.

Saludos.

Gary Rivera dijo...

aaaaaaah!! que coraje!!
pobre animalito que culpa tiene el pobre!!
Creo que lo mas profesional que hubiera hecho el psiquiatra es decirle a los padres que consulten con un veterinario para establecer cual seria el perro ideal para un niño como este ( y si era realmente necesario que lo tenga!).

Pobre animalito!! Tienes razon los animalitos no son el problema , sino nosotros.

Beatrizl10 dijo...

Indignante ¿¿¿cómo se le ocurre a la señora matar al perrito por las buenas???
Esta gente no valora a sus mascotas. Las utiliza, y cuando ya no les sirven para su propósito no tienen escrúpulos para deshacerse de ellas.
Me alegro de que la señora entendiese tu mensaje y espero le llegue a otras muchas personas. Un abrazo.

Doctor G. dijo...

Mónica,
todos tenemos algo que decir, una experiencia que contar, una historia que compartir...
Las canciones del blog son muy queridas para mí y por ello las comparto.

Gary,
si a alguien le gusta alguna raza, antes de meter ese perro a la casa debería primero averiguar las características de la raza, cuáles son sus necesidades y si estamos en condiciones de satisfacerlas, de otro modo tendremos muchos problemas, y el que saldrá perdiendo siempre ya sabemos quién es no?

Beatriz,
lamentablemente hay muchos como ellos, la clave para erradicar esto es la educación. Gracias por comentar.

Anónimo dijo...

Qué fácil es la vida para algunos!!!! Me indigna saber que la gente puede seguir siendo tan ignorante, tan insensible, tan egoísta!
Bahhh me pone de mal humor esto. Sólo sé que Padmé no es un animal para mí. Es mi hija, es mi vida, mi tesoro. (Es mi rosa)

Enrique dijo...

Pienso que deberias decir el nombre del psiquiatra para saber quien es el autor de tan estupida idea.

Miyita dijo...

Hay gente que tiene acceso a los medios de comunicación y por eso pueden hacerse publicidad y recibir muchísima atención de la gente, desgraciadamente no todos son ni buenos profesionales, éticos, bien formados (mi vecino usa un término: turrunero, con esto quiere decir que son incompetentes). Si ese psiquiatra fuera tan bueno como dice ser creo que ni remotamente a un niño con esos problemas, le hubiera recomendado una mascota(mucho menos un perro), si está de moda hacerlo entre los psiquiatras, lo siento pero esos psiquiatras necesitan camisa de fuerza. Por lo que tu relataste se trata de un niño con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (una verdadera pesadilla para la familia), requiere un tratamiento integral (neurológico, psicológico, escolar y familiar). No entiendo como alguien que se declara profesional psiquiatra puede tener tan poco sentido común, y repito si esto está de "moda" (darles una mascota a este tipo de niños) deberían revisar a esos diz que psiquiatras, yo les quitaría el título profesional.

Anónimo dijo...

Es una muy triste historia…una muy triste realidad…
Que se utilice a los animalitos como cosas, que no se les respete

Muchas personas le compran mascotas a sus hijos como si fueran juguetes, que indignación! Gente insensible, desconsiderada e ignorante

Hay que crear la conciencia de que LAS MASCOTAS NO SON COSAS, sino compañeros, amigos que la vida nos regala y que merecen nuestro cariño, respeto y consideración y la contraparte será alegría, paz emocional, satisfacción interna que ellos nos dan

Doctor G gracias por informarnos, por educarnos, por denunciar, no podemos quedarnos callados, gracias!!!

Gresa

Anónimo dijo...

Yo se que losniños con TDA parte de su control depende de reducir el stress, la ansiedad y la falta de comunicación y aceptación, creo que un perro es un buen compañero y amigo que ayuda a mejorar el Autoestima, seguridad, y beneficia en el desarrollo de estos niños, El problema es que una mascota sin supervisión de un adulto y un niño con TDA o sin esta puede terminar en tragedia. Falta de supervision