Buscar en este blog

jueves, 25 de febrero de 2016

- EL NIÑO Y EL PERRO







LA HISTORIA DE FRANCO Y LEILA
(Una historia especial).


Allá por el año 2006 llamó una señora
cuyo hijo, según dijo,
tenía serias dificultades motrices
y me dice : “Necesito un perro”,
asi de simple.

A los pocos dias llegó con Franco al Refugio, un chico hermoso de 7 años que tenia gran parte de su cuerpo entumecido (no soy mèdico para explicar exactamente su enfermedad) se arrastraba con ayuda de su mamá mientras pronuciaba frases con dificultad.
En un abrir y cerrar de ojos,
Franco se abalanzó sobre una cachorrona mestiza color marrón,- Leila,- y fue amor a primera vista absolutamente correspondido.
Le expliqué a la mamá la importancia de una adopción
Le expliquè lo que Leila y los demás significaban para mì…
làgrimas mediante,
se fueron felices a su casa en la zona de Moròn.

Dejamos pasar unos 15 dias y fuimos a visitarlos.
Un chico casi completamente erguido, aunque desde ya conservaba sus dificultades
vino con su madre hasta la puerta a recibirnos,
Franquito, era otro chico...

La mamá entre lágrimas nos relataba como todas las mañanas
Leila lo jalaba del pijama para que Franco se despertara y comenzara a moverse y jugar con ella…




Era cosa de todos los días, estricta y fructífera rutina.

Nuevas y repetidas, làgrimas mediante,
me volví al Refugio.

La idea era recurrente, obsesiva,
no me abandonaba,
una y otra vez, buscaba una respuesta…
pensaba y pensaba, si sòlo un perro
podía ayudar tanto a un chico.
A riesgo de sonar pueril, podría decir que el amor entre ambos era suficiente… no sé…
ya no sé nada…
Franco y su mamá eran “LA” alegria, Leila me miraba con un dejo de tristeza,- seguro me extrañaba pero ella también se sentía intimamente
indispensable e importante para aquel chico.

No pasa un día sin que Franco pase por mi cabeza,
Ni un sòlo dìa
y obvio también Leila.

Ambos justifican cada segundo de mi tarea,
ambos son la respuesta exacta
cuando alguien me pregunta:
tenès 200 perros???
para que???
tenes criadero???? 



Como la media de las personas,
me pregunto varias veces al día,
si hice algo útil en mi vida
ademàs de renegar y maldecir.
Franco es la respuesta,
veo su cara y me tranquiliza.
No sé si es mucho,
pero justifica cada segundo
que he dedicado a los perros de la calle.


Amo a todos los perros,
pero a mí,
me gustan los callejeros.









Dios te guarde Franquito,
A vos Leila,
Èl te tiene de Àngel…


(Autor Gustavo Marcelo De Rosa)