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martes, 25 de noviembre de 2014

- LOS ANIMALES TAMBIÉN SON NUESTRO PRÓJIMO








El escritor colombiano-mexicano ha donado las dotaciones de sus premios literarios a los animales.

 Ha tenido en pie de guerra por igual a los curas, a los físicos y a los políticos de su Colombia natal , país del que decidió exiliarse en 2007 por su "estupidez"  (añadida a la denuncia -que casi le manda a la cárcel- interpuesta contra él y el director de la revista SoHo por un grupo de civiles a raíz de un artículo que consideraban como un insulto a la religión : 

"de pequeño descubrí que Colombia era un país asesino, el más asesino de todos, luego me di cuenta que era un país atropellador y mezquino y, ahora, con la reelección de Álvaro Uribe, descubrí que era un país imbécil".


Dos novelas suyas —El desbarrancadero y La virgen de los sicarios— figuran en los 15 primeros lugares de la lista confeccionada en 2007 por 81 escritores y críticos latinoamericanos y españoles con los mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años. Como cineasta, escribió y dirigió, entre otras, la premiada ´´Crónica roja`` (1977) sobre la violencia en Colombia... Idolatrado por la comunidad gay internacional, para muchos, Fernando Vallejo es también el héroe de otros personajes que no tienen voz.
En 2003 nos sorprendió donando 100 mil dólares de su Premio Rómulo Gallegos (que obtuvo con la descarnada y necesaria novela ´´El desbarrancadero``) a la asociación ´´Mil Patitas`` de Caracas. En 2007 irrumpió con 20 perros sin hogar en la presentación de su libro ´´La Puta de Babilonia`` en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (y de paso aprovechó para agradecer públicamente a la asociación que los rescató y abogar por la adopción como alternativa ética a la compra-venta de animales de compañía).

Este año, Fernando Vallejo (Medellín, 1942) ha vuelto a donar los 150 mil dólares de su Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances ( otorgado por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México) a dos refugios para animales sin hogar: "Amigos de los Animales" de Xalapa y "Animales Desamparados", de la Ciudad de México. Donativo con el que las organizaciones seguirán impulsando sus programas de rescate, albergue, esterilización, adopción, concientización y la rehabilitación y reconstrucción de las instalaciones.

Y es que, como cada vez más ciudadanos con corazón y cabeza,  Vallejo tiene bastante claro que no sólo los animales humanos sentimos dolor, tristeza y alegría.


"Compárese usted con un perro y verá: usted y él tienen dos ojos, dos oídos, una nariz con dos orificios nasales, boca u hocico con dos hileras de dientes, un sistema circulatorio con venas y arterias y sangre roja con hemoglobina, pulmones para respirar, un sistema digestivo que procesa los alimentos y los excreta, etc., etc. Y sobre todo, que es lo que cuenta para la tesis que voy a sostener aquí, un sistema nervioso con el que usted y el perro sienten el dolor, el hambre, la sed, la angustia, la alegría, el miedo... Un sistema nervioso, que es el que produce el alma"razonaba el escritor y cineasta colombiano-mexicano en el incendiario artículo  "Mi otro prójimo"  publicado en la revista SoHo. 


´ Y dejando al perro, compare ahora a su mujer con la hembra del chimpancé y verá que los ciclos reproductivos de ambas son casi iguales y que usted está casado con una casi igual, una semisimia parlante que produce óvulos, tiene menstruación mensual, es fecundada en el coito a través de una vagina y pare después de varios meses de gestación por el mismo orificio por el que la inseminaron. Y ponga a una simia y a su mujer a agarrar sendas piedras a ver. Míreles las manos. ¿No se le hacen muy eficaces, muy expresivas, muy parecidas por no decir que iguales? Y míreles las caras, la expresión de las caras.
Y por si le quedan dudas, tenga presente lo que nos enseñan la citología y la biología molecular respecto al cariotipo y el genoma: el chimpancé, el gorila y el orangután, o sea los grandes simios, tienen 24 cromosomas; el hombre, tiene 23, pero resulta que uno de los cromosomas nuestros está partido en dos en ellos; los restantes cromosomas son iguales. En cuanto al genoma (o sea el conjunto de los genes que están en los mencionados cromosomas y que determinan quiénes somos, si fulanito de tal o zutanito, si perro o gato), el del hombre y los del gorila y el orangután coinciden en el 98 por ciento, y el del hombre y el del chimpancé en el 99 por ciento. Así nos lo dice la última de las grandes ciencias biológicas, la biología molecular, la de Watson y Crick, la de Avrey Kornberg, Spiegelman, etc., etc.
 ¡Carajo! Si no estamos emparentados con los simios, los perros, los gatos, las vacas y las ratas y demás mamíferos (por no ir más allá de la clase Mammalia  y ampliar nuestro parentesco al fílum de los vertebrados) tampoco entonces lo están los padres con los hijos, los hermanos con los hermanos, los primos con los primos...
(....) Somos una especie más entre millones y millones de especies animales, y las diferencias entre nosotros y los restantes mamíferos son insignificantes. A diferencia de los animales hemos desarrollado el lenguaje hablado, el de las palabras, el cual nos da la capacidad exclusivamente humana de mentir. Nos designamos como el Homo sapiens u hombre sabio pero no, somos el Homo mendax, el hombre mentiroso, la mentira es nuestra esencia. (....) Desde esta altísima columna de moral de la revista SoHo que he levantado sobre viejas en pelota, propongo cambiarla por la compasión. Que pasemos a ser el Homo miséricors, el hombre misericordioso. Misericordioso pero no sólo con los otros hombres como propuso Cristo, quien nada vio, sino también con los restantes animales puesto que en esencia son como nosotros. Todos los animales, y no sólo el hombre como propuso Cristo, son nuestro prójimo. Y lo son en la medida de su dolor. Todo el que tenga un sistema nervioso para sentir y sufrir es nuestro prójimo".

Fuente: vivalebio.com

Nota del Dr. G:  a todos mis lectores les recomiendo enfáticamente la lectura de libro de este gran autor: La Puta De Babilonia