
Más de una vez me han llevado algún perro o gato presentando un bulto en alguna parte de su cuerpo, para un diágnóstico. Al comunicarle al dueño la necesidad de realizar pruebas auxiliares -especialmente biopsia e histopatología- para tener el nombre y apellido del tumor, con frecuencia he recibido esta respuesta: qué, ¿así no más no puede decirme qué es? ...¡Plop!

Supongamos que el bulto se encuentra en la zona del cuello (foto) de su paciente y el doctor sospecha de cuatro posibles patologías -por ejemplo- que pueden estar causando el problema: esto puede ser un adenoma, un adenocarcinoma, un linfoma, o un mucocele salivar, piensa. Entonces, ¿qué es lo siguiente que este doctor sugerirá el dueño?
Bajo anestesia local o general (dependiendo del caso) se extrae una porción del tumor, se guarda en una solución preservante y se envía al Patólogo Veterinario para su evaluación y diagnóstico definitivo. Lo que hace el patólogo es bien interesante: una vez que recibe el recipiente con el tumor dentro, lo extrae, lo sumerge en diferentes soluciones para fijarlo. Seguidamente lo coloca en una pequeña máquina rebanadora y realiza varios cortes microscópicos como si se tratara de cortar jamonada.

Los casi invisibles pedacitos que obtiene los enfrenta a diversos colorantes con la finalidad de hacer visibles las numerosas estructuras celulares del tumor. Luego de un estudio minucioso en el que este doctor observa bajo el microscopio la arquitectura del tejido enfermo, el tipo de células presente, el tamaño de las organelas celulares, etc, etc; recién entonces está en condiciones de emitir su diagnóstico definitivo, es decir, nos dará el nombre y apellido del tumor.

A partir de aquí el veterinario tratante estará en condiciones de emitir un pronóstico y de plantear un protocolo de tratamiento. Porque cada tipo de tumor puede tener un tratamiento diferente: cirugía, quimioterapia, criocirugía, radiación, etc.,

Por favor, desconfía de aquel que te dice su diagnóstico al ojo y que te lo va curar sí o sí con alguna inyección maravillosa. Lo más probable es que ese señor ni siquiera sea un verdadero doctor, acá en Perú hay muchos empíricos como ese, lamentablemente. En tus manos está la elección.