El ritmo frenético de nuestras vidas (trabajo, viajes, amigos, compromisos, etc.) nos obligan muchas veces a dejar atrás a nuestra mascota y no hacernos acompañar por ella en nuestra diaria actividad. Muchos perros cuando son dejados solos en casa por horas y horas sufren lo indecible, se vuelven destructivos, inquietos, ladradores, aulladores, huraños, y son la desesperación de uno mismo y de los vecinos. Cuando esto ocurre, cuando el perro se convierte en una fuente de conflicto en la convivencia diaria con la familia y con los vecinos, se rompe la magia de la relación dueño-mascota.
La situación ideal es que ningún perro pase más de cuatro o cinco horas solo o, cuando menos, sin acceso al exterior para hacer sus necesidades de forma regular, de este modo evitamos varias cosas a la vez: problemas de conducta, problemas fisiológicos o la aparición de patologías urinarias e incluso digestivas.
La frecuencia ideal sería tres o cuatro salidas al día en las que el perro pueda dar rienda suelta a su naturaleza activa: corriendo, saltando, persiguiendo un rastro oloroso, jugando con otros perros (estimulación física, mental y emocional = perro sano) en otras palabras: que sea un perro!
La mayoría de quienes deciden tener un perro creen que se ocuparán de él de la forma más idónea pero lamentablemente esto queda en sólo buenas intenciones.
El resultado es un perro neurótico, deprimido, aburrido y potencialmente agresivo que se acaba convirtiendo en una molestia o un estorbo siendo motivo de conflicto y desesperación.
No olvides los siguiente:
EL PERRO ES UN ANIMAL EMINENTEMENTE SOCIAL.
No hay nada que tú o yo podamos hacer para cambiar este hecho de la naturaleza, está en sus genes. Los canes necesitan relacionarse con otros perros o, en su defecto, con el ser humano. LA SOLEDAD NO ESTÁ EN SU PROGRAMACIÓN O CÓDIGO GENETICO. Es muy lamentable ver en la consulta a perros convertidos en verdaderas piltrafas mentales. Son animales que no están socializados, neuróticos, agresivos y la mayoría de estos dueños creen que su perro es el problema pero están equivocados: siempre el ser humano es el problema.
Estimado lector:
si tienes un cachorrito, socialízalo: sácalo comprar el pan o el periódico. Exponlo a diversas situaciones (sonidos, olores): la calle, el parque, el auto y, por supuesto, QUE CONOZCA OTROS PERROS, que interactúe con ellos, que aprenda el lenguaje corporal de su misma especie. Recuerda: tu perro no te eligió a ti ni te pidió que lo lleves a tu casa, fuiste tú quien tomó esa decisión. Dedícale tiempo a tu perro, de este modo tendrás a un compañero saludable física y mentalmente, y así él se dedicará a darte largos años de muy grata compañía.
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