- BALANCE DE FIN DE AÑO

Mi gato Popi.

Este mes ha sido el más flojo para mí en lo que respecta a escribir las entradas. Buenas razones he tenido para ello…buenísimas...Espero, amables lectores, sepan perdonar este lapsus. No quiero, sin embargo, dejar pasar este último día del año para hacer, más que un balance, una reflexión -o pequeñas reflexiones- de lo que ha significado este año para este humilde aprendiz de escriba y de médico brujo.

Siento que hay un pequeño avance en lo que respecta a la conciencia animal. Hay cada vez más y más personas que se preocupan por sus animales. Gracias a Internet, por ejemplo, ahora los dueños tienen mayor acceso a información que antes era prácticamente imposible encontrar, de este modo pueden investigar y estar más informados cuando lleven a su mascota al doctor. Pueden hacer preguntas difíciles lo que nos obligará a los doctores a estudiar y a capacitarnos más y más, y ser mejores que ayer.

Gracias a la televisión por cable, hoy en día los dueños se pueden enterar de los tratamientos así como del nivel de la medicina de animales de compañía en los países del primer mundo.

También gracias a Internet, me parece que estamos en el mejor momento o para decirlo más propiamente, estamos en el momento crítico o punto de quiebre en lo que respecta a difundir la conciencia o cultura animal. A lo largo de los últimos 50 ó 100 años siempre hemos tenido como aliado nuestro a un arma poderosa: la voluntad de querer hacer las cosas. Además de ella, hoy felizmente disponemos de esta arma casi mágica que es Internet: podemos estar enterados de los sucesos que están ocurriendo en el momento presente en diferentes partes del mundo. Podemos denunciar el abuso, podemos crear conciencia, podemos educar, podemos sensibilizar a las personas de una manera nunca antes vista ni pensada.

Tú que entras a este blog y bebes gustoso la información que está en sus virtuales páginas, tienes un tácito compromiso. Tu compromiso está en educar a las personas, especialmente a los niños. La información que difundo para ti tiene un precio que tienes que pagar, y es ir y difundir el mensaje. Ése es el precio. Ése es tu compromiso, no conmigo si no con todos los animales que andan por allí, deambulando perdidos, heridos, hambrientos, sedientos, pequeñines sin madre, etc, que están donde están porque hay un ser humano (¿?) que los puso en esa situación.

Otra reflexión que me viene es que en estas fechas donde a muchos les viene de pronto un ataque de bondad y se ponen “regalones” hay que evitar y desalentar el hecho de regalar un animal (generalmente para un niño). Nunca, pero nunca ,se debe regalar un animal sin preguntar antes al supuesto favorecido si está preparado mental y financieramente para tal suceso. Sobran los casos en los que los “favorecidos” aceptan complacidos (otros no tanto) y luego caen en la cuenta que el animalito crece, caga, orina, tiene que comer, se enferma…y ya sabemos cuál será el fin de ese inocente, no lector?

Otro consejo que te puedo dar es que antes de llevar un perro a tu casa (comprado, regalado, adoptado) te pongas una mano en el pecho y la otra en el bolsillo y te preguntes ¿¿PARA QUÉ QUIERO UN PERRO?? En incontables ocasiones ha llegado gente a la clínica para comprar un perro de determinada raza (yo no vendo mascotitas). Cuando les pregunto porqué han escogido esa raza simplemente me dicen con una risita de muñeco: es que es taan bonito...

No sabes todo el drama que la gente se ahorraría si ANTES de decidirse por la raza que tienen en mente, se pusieran a averiguar las características y necesidades del perro como animal y como raza.

Averigua. Piensa. Reflexiona antes de actuar.

Otro tema que veo con mucha recurrencia es el asunto de los mitos y las creencias. Por favor, por favor: no hay que tragarnos la primera estupidez que nos diga algún respetable hijo de vecino con que nos encontremos, respecto de los animales y las enfermedades; como por ejemplo:

- los pelos de los gatos producen tumores en los pulmones, o
- para la sarna del perro hay que echarle grasa quemada de automóvil, o
- no te acerques a los gatos porque te pueden asfixiar con su cola, o
- el cuy frotado contra el cuerpo de una persona le absorve sus enfermedades...

Y cientos y cientos de ridiculeces, mitos y creencias estrafalarias como éstas. Si tienes alguna duda, lector, pregunta a quien sabe. Lee. Infórmate de una fuente de confianza. Acude a tu doctor de medicina humana o de veterinaria. Estoy seguro que estarán más que gustosos de aclarar todas tus dudas.

Tal vez te puedo sonar más gruñón que el Pato Donald, pero no. Las cosas hay que decirlas como son: directo y sin anestesia, duela a quien le duela.

Finalmente, quiero agradecer a todos ustedes queridos lectores por estar ahí, por leerme, por dejar sus comentarios. Si hay algo que me anima a seguir escribiendo es precisamente la presencia y energía suya del otro lado de la pantalla.

Antes de irme me atrevo a robarle un trozo a aquella canción que perennizó la gran Mercedes Sosa:

Gracias a la vida que me ha dado tanto…

(…y que me sigue dando…)

Tengan todos y cada uno de ustedes un FELÍZ AÑO 2010.

Les desea de todo corazón,

Doctor G.