- LAS CORRIDAS DE TOROS

...!!!Y llegó el mes de Octubre!!!

"Mes Morado", dicen.

Mes del "Señor de los Milagros", mes del "turrón de Doña Pepa", mes de procesiones, de inciensos, de golpes en el pecho, mes de sotanas moradas, y por supuesto...mes de TOROS...

Lector, si no has nacido en el Perú, permíteme explicarte la fiebre que invade este mes -y los sucesivos- este país (los peruanos ya lo saben de sobra).

Todos los años y a partir del décimo mes se inicia en Lima (y en otras ciudades del Perú, por supuesto) una estúpida, macabra y ridícula tradición de "fiesta" , tortura y muerte.

"Fiesta Brava" le dicen los estúpidos fanáticos. En este evento decenas de inocentes y nobles animales son cortados, acuchillados, mutilados, una y otra vez...hasta su muerte... Y lo más patético de todo esto, estimado lector, es que toda esta masacre se hace EN EL NOMBRE DE DIOS y con el beneplácito de los "jerarcas" ,dizque autoridades de la iglesia católica peruana.

¿¿En el nombre de Dios??, preguntarás.

Así es, aunque parezca increíble. Pregunto:

¿¿Qué cosa es el SEÑOR DE LOS MILAGROS??

¿Es un tótem de palo?

¿Es un una escultura de piedra?

¿Un muñeco de yeso?

¿Es el Becerro de Oro?? O es la representación de ese ser superior de infinita bondad, dulzura y amor? Creo que todos estamos de acuerdo con esto último, ¿verdad?

Lector, ¿qué crees que haría Dios -o Jesús- si descendiera a la tierra y presenciara esta acto de cobarde brutalidad contra una de sus criaturas?
Yo no lo sé a ciencia cierta, pero basándome en todo lo que nos han enseñado en casa, en el colegio y en la iglesia, por lo menos creo que repetiría aquel episodio bíblico en el que botó a los mercaderes del templo; es decir, tal vez baje de su asiento en la Plaza de Acho, enfurecido; tal vez salte el cerco del ruedo y llegue hasta el torero y allí mismo lo agarre patadas...por lo menos, digo yo...Recordemos el quinto mandamiento: NO MATARÁS.

Y hay más todavía. Esta temporada de corridas de toro es en realidad un concurso. Así es. Es un concurso internacional donde llegan a Lima "estrellas", "figuras" de diversos países para disputarse el codiciado galardón denominado "Escapulario de Oro" del Señor de los Milagros. Esto es algo así como la "medalla de oro" para condecorar al que mejor mutila, al que mejor corta, al que mejor acuchilla, al que mejor asesina. A ese Hijo de Puta se le premia y hasta se le lleva en hombros...todo un héroe: un valiente aclamado por multitudes de ojos desorbitados y fauces babeantes que gritan: Olé, majo, mataor...

Un valiente que antes de salir al ruedo...va a misa (sí, hay hasta capilla con sacerdote y todo en la plaza de toros), reza y comulga pidiendo a Dios que lo proteja y que le permita salir vivo de la faena. A mí me enseñaron que cuando se comulga, cuando se traga la hostia uno lleva dentro a Dios, y este torero, arlequín de la muerte, una vez comulgado -una vez con Dios dentro- sale al ruedo... a matar...

¿Y qué me dices de los adictos, de los fanáticos que acuden en masa para presenciar este espectáculo? Y es que siempre me he preguntado, estimado lector, ¿¿qué cosa debe de haber (o no haber) en el alma y cerebro humanos de aquellos que se deleitan con este tipo de eventos?? Porque, creo yo, que hay que estar enfermo del alma para gozar con el sufrimiento de un ser, tan vivo como tú o como yo.

¿Gozar? Sí gozar. Refocilar diría yo. Has visto cómo esta gente grita de placer alentando al matarife o torero cada vez que éste hunde una banderilla en las carnes del toro? o cuando el picador montado sobre aquel pobre caballo arponea una y otra vez la nuca, o cuando este payaso clava la espada de muerte en la espalda del animal??, lo has visto?? Luego aplauden, felices y sonrientes...

Y todavía hay más. Hace unos años (y para verguenza del Perú) el "Instituto Nacional De Cultura" decretó que las corridas de toros son un espectáculo CULTURAL.

Creerás que estoy loco, lector. Pero no, no lo estoy. Ver cómo se mata y tortura a otro ser vivo es cultural según estos señores...Olé!

Y es que, detrás de todo esto, hay muchos intereses de por medio. Intereses de pequeños grupos de poder y de familias de puta "tradición taurina" .Los toros son un gran gran negocio. Incluso hemos tenido legisladores y congresistas criadores o productores de toros de lidia. Lamentablemente, lector, no soy muy optimista pensando que este triste espectáculo vaya a desaparecer en el corto/mediano plazo a pesar de que ahora hay más conciencia al respecto y a pesar de que hay más asociaciones antitaurinas que realizan mítines, reuniones, marchas de protesta, etc. Todo esto esta bien y funciona para llamar la atención de la prensa, radio y TV. Pero nada más. ¿¿Y sabes porqué estimado lector??

Porque todos estos eventos atraen a personas con igual sentir, es decir, atraen a gente que está en contra de las corridas, mas no atraemos a los que realmente necesitamos que cambien su actitud y su manera de pensar: a los amantes de las corridas. Pero francamente creo que toda esta gente ya está podrida y NO VAN A CAMBIAR.

¿Y cuál es entonces la solución? preguntarás. Creo que la tengo, querido lector.

La solución es la E-D-U-C-A-C-I-Ó-N. Así es.
La EDUCACIÓN.
La CONCIENTIZACIÓN
La SENSIBILIZACIÓN.

Te explico: Las diversas asociaciones de protección animal debemos diseñar campañas masivas y constantes de educación en los colegios, sensibilizando a los niños y a los jóvenes, utilizando para ello los medios adecuados: audiovisuales, charlas de psicólogos, veterinarios, profesores, etc. Pero principalmente debemos enfocarnos en aquellos colegios donde los dueños de este sangriento negocio matriculan a sus hijos. Es decir, los denominados colegios del nivel socioeconómico A. Todos ya sabemos de qué cologios se trata. De esta manera estaremos "cortando" el semillero (la fuente) -y de manera permanente- de quienes manejarán este negocio en futuro.

Y estos empresarios saben esto perfectamente. Tan es así que hace pocos años empezaron a insertar en sus avisos publicitarios la siguiente frase "lleve a sus niños a Acho". (Acho: la más antigua plaza de toros del Perú).

Si somos constantes y dedicados en este propósito las corridas de toros verán su fin en pocos años. De nada vale bloquear las pistas o tirar piedras al portón del recinto mientras se realiza la corrida.

Actuemos de manera inteligente.